Sigo pensando que estas aun con nosotros, no puedo creer que el 31 de diciembre fue la última vez que hablamos, te note animado, a sabiendas que tu enfermedad te estaba ganando la batalla, te di esperanzas, me di ilusiones, quise creerlas, me las creí, pero se que tu sabias exactamente lo que ocurriría, también yo, solo que no pensé que fuese tan pronto, me cuesta creer que ya no estés, dejaste a tu familia, tus hijas, y en especial a esa esposa la cual una vez me dijiste que no sabría vivir sin ti y que ahora vive sin ti, ella me dijo que la casa esta muy sola, que te echa mucho de menos, me contó también que te hicieron una misa en tu pueblo natal, a la que asistió gente que te quería, yo no pude ir porque la distancia me lo impidió, recuerda que estoy en Venezuela, me dio dolor borrar tu numero de mi móvil, estoy llorando mi amigo. Tu mujer me dijo que estabas muy contento con mi próxima boda y que me deseas lo mejor, le creo, me lo dijiste varias veces, además, supiste por lo que pase hace casi un año ya y muchas veces me enviaste mensajes para subirme el animo, mensajes que me hicieron reflexionar y hasta reír, guardo uno con cariño aun, sabes, voy a extrañar esos mensajes, solo tu me los enviabas, recuerdo la visita a tu casa, tus manos heridas de arreglar el jardín solo para que lo viera bonito, el licor casero que bebimos para el frió en los vasitos que te envié desde aquí, el tour por tu casa, hasta cuando entramos al trastero que construiste tu solo, los tres, entre bromas y una buena conversión, aun no creo que te hayas ido.
Perdoname, pero el llanto no me deja segir escribiendo. Luego te sigo escribiendo, quiero creer que donde estes lo leeras, dejame creerlo.
Te habria enviado esta imagen que recien encontre en la web.