21/11/09

Hay que ser tonto!

Mi gusto por la lectura me ha llevado a distintos sitios, cuando entre a la casa del libro en Madrid ni cuento lo que me paso, casi colapso, en fin, vagando por mercadolibre entre a la seccion de libros, estan los libros impresos de editoriales a buen precio, mirando mas abajo veo algo que me exploto la retina, la saga completa de la Torre oscura de Stephen king, fui al enlace, todo era maravilloso, ya me imaginaba leyendo esas paginas, enterandome al fin que pasaba con Rolando el pistolero, Susannah Dean, Eddie Dean y un carajito que ahorita no recuerdo el nombre, cuando ya me imaginaba con el libro en las manos, leyendo, enterandome del destino de todos ellos, leo que el "libro" esta en formato PDF que gustosamente te envian luego de pagar 8Bs por el, estan locos! si eso lo consigues gratis en Taringa!.
hay que ser tonto, la verdad.

13/11/09

Henry & June

–¿El deseo de orgías es una de esas experiencias que es preciso vivir? –pregunté yo a Eduardo–. Y, una vez vividas, ¿se puede seguir adelante,sin volver a sentir idénticos deseos?
–No. –dijo–. Una vida de liberación de los instintos se compone dediferentes estratos. El primero conduce al segundo, el segundo al tercero y así sucesivamente. Al final, se llega a los placeres anormales.
Henry & June. Anaïs Nin.

9/11/09

Temas de ejercicio. I

Un hombre cruzaba la calle, miro por encima del hombro a la mujer de la esquina que estaba de pie viendo una vidriera, mientras pensaba en cuando era niño y solía mirar vidrieras agarrado de la falda de su madre, caminaba por las calles de tarde junto a ella, miraba los autos, a veces memorizaba las placas, los modelos, contaba cuantos autos había visto de un color, anotaba todo en una libreta que guardaba celosamente de la vista de todos, su madre sabia lo que hacia, era su complice en silencio, el hombre recordó, cuando era niño, que le gustaba el olor de la barbería, las lociones de afeitar eran sus favoritas. El hombre, ya hombre, dejo de mirar a la mujer a la mujer de la esquina y se lanzo sin mirar a los lados a la acera contraria, apretó fuertemente la pistola a su pecho y entro al banco.

Tranvia.